Soy católica, pero también soy liberal. Canto en un
coro y he ido a más retiros de los que
puedo contar, pero también creo que el amor glorifica al Señor sin importar la
forma que tome y que los sacerdotes deberían poder ejercer su ministerio y tener
una pareja.
Mi Iglesia condena muchas cosas que yo no por lo que no me
es extraña un poco de disonancia espiritual y conflicto interno al tratar de
reconciliar mi fe con mi sentido civil.
Esto viene a colación porque la inminente canonización de
Juan Pablo II ha sido una las controversias más grandes que he enfrentado en mi
fe.
Por un lado para mí, el pontífice cometió el pecado de
omisión. Sabía de curas pederastas, en específico del vergonzosamente mexicano
Marcial Maciel, y no hizo mayor cosa. Se
reunió con Pinochet, atacó y casi extinguió a los proponentes de la Teología de
la Liberación. Le cerró las puertas a los homosexuales.
Todos actos altamente cuestionables no sólo para un
católico, sino para cualquier ser humano.
La semana entera estuve haciendo oración para entender cómo
este hombre que yo recuerdo me inspiraba, fuera tan imperfecto y poco
indicado para la santidad.
Un parte de mí, la católica irredenta, quiere creer que los
casos más graves ya lo agarraron cansado – más de 80 años y con Parkinson no es cualquier cosa. Otra parte le reclama
que mi Iglesia esté pasando por semejante crisis de fe.
Un maestro de la UP me ayudó a entenderlo un poco más. Que
canonización no es lo mismo que santificación. Estamos llamados a la santidad,
lo hacemos con nuestros actos diarios y los humanos, TODOS NOSTROS, somos
falibles. Canonizar significa reconocer la
admiración que la comunidad tiene por una persona.
En 26 años de pontificado, por supuesto que Juan Pablo II se
equivocó. Y lo que es aún más difícil, lo hizo ante cámaras y reporteros que
nunca olvidan, una desventaja que otros santos no tuvieron.
¿Santa Teresa de Ávila seguiría teniendo las cualidades que
la han entronizado en mi alma si la hubiera conocido de la misma manera que al
papa polaco? Honestamente, no lo sé.
Tengo muchas dudas y hasta sentí vergüenza por las veces en
que llegué a creer en él.
Entonces vi a mi mamá encomendarme a él por mis problemas de
salud. El truco, la mano izquierda de Dios, estuvo en que lo llamó Karol. Fue como una patada en el estómago porque caí
en cuenta que el nombre de Juan Pablo II también fue Karol Wojtyla, un hombre
falible.
Y por todas las razones que hay para que Juan Pablo II no
sea entronizado esta noche, hay otras tantas por las que sí. Es el hombre que
ayudó a derribar el comunismo, el que fortaleció la pastoral juvenil, el que
hizo sentir a los mexicanos que valíamos pese a nuestro imborrable trauma de
inferioridad post conquista.
Canonizar a Juan Pablo II no le da más santidad de la que
pudo tener en vida, reconoce el amor que la gente le tiene.
Si, menudo líder espiritual. Un hombre que unió a mi país a pesar de los
conflictos. El que a pesar de estar acabado físicamente siguió siendo la cabeza
de una de las religiones más complicadas de seguir y que es tan, tan atacada. El que viajó a diestra y siniestra
para darle rostro a los católicos del mundo y se reunió con líderes de otras religiones.
El hombre que inspira a mi mamá ser mejor.
Para mí, ese amor que la comunidad le tiene si es digno de
reconocimiento. Mucho.
Juan Pablo II es reconocido santo hoy, pero Karol Wojtyla se
ganó o no la santidad de frente al Padre de manera personal.
Esta fue mi conclusión después de mucho pensar y hacer
oración. Puede que no sea la correcta o la más popular, incluso la que responda
todas mis dudas.
Pero cuando mi mamá me dé la bendición y le pida San Juan
Pablo II que me sane, sonreiré.
1 comentario:
La canonización es el acto mediante el cual la Iglesia católica declara como santo a una persona fallecida.
La canonización no santifica a ninguna persona. Se trata de una declaración de que ella fue santa al momento de su muerte, con anterioridad al mismo proceso de canonización.
Me parece que partes de un error al decir lo siguiente: "Canonizar significa reconocer la admiración que la comunidad tiene por una persona".
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