viernes, 16 de febrero de 2007

Mis directores favoritos

Un buen director se reconoce porque tiene un estilo propio, un leitmotiv, un leguaje particular. Por ejemplo, es fácil reconocer la películas de Tim Burton pues suelen tener una estética muy especial, oscura, un tanto macabra que ha estado en cada una de sus obras, hasta en “Big Fish”, (curiosamente la más anti burtoniana y la mejor).

Las de Spilberg son muy dinámicas con buen desarrollo, pero casi siempre fallidas en sus conclusiones; las de Kubrick son muy complejas y detallas y siempre largas; las de Cuarón siempre tienen algún wide shut y el filtro verde, etc.

Cada uno de los directores tiene algo en su obra que inevitablemente es parte de su interior. Y es que, cómo no expresar tu ser a través de algo tan sublime como lo es el cine.

Yo tengo gustos muy definidos; encuentro valor en todo tipo de cine, pero mis predilecciones son más bien eclécticas. Lo mismo gozo de la oscuridad de Burton, que del talento palomero de Spilberg. Pero esta vez quiero hablar de mis dos directores favoritos.

Siendo honesta, no son los más conocidos y aun se está formando su sello, es decir les falta un poco de experiencia. Vamos, no son el éxito en taquilla, pero encuentra que su obra es muy honesta, real, sentimental sin ser manipuladora, etc.


Son Aldo y Roberto. Ja! A que no se lo esperaban ¿verdad?. Ellos son mis compañeros de la escuela. He tenido el honor de trabajar para ellos como productora en un par de cortometrajes, pero me asombra la fuerza de su espíritu.

Su visión del cine es simplemente maravillosa, pues no la ven solo como un medo si no como la forma de arte que es. Mención aparte merece la que ya es mi guionista de cabecera, Charbeli, sus historias son lo más mágico que hay, pero de ella hablare más profundamente en un post aparte.



¿Qué puedo decir? Si son mis amigos y tal, pero eso no me impide ser objetiva. Tienen formas muy diferentes de ver un guión y de contar historias, pero cada uno tiene grandes valores.

Ha sido mi honor trabaja con ellos y puedo decir “lero, lero y son mis amigos.!” Jajaja, bromas a aparte me llenaré de orgullo al decir “I knew them when…” cuando ganen un Oscar.

Un honor, un honor…

viernes, 9 de febrero de 2007

The Monster Mash


Ahora si, como lo había prometido, quisiera platicar con ustedes una de mis pasiones: los monstruos de Universal Studios .

Yo tengo todos y cada uno de los modelos armables de los monstruos de la marca Aurora. Desde muy chica disfrute de las películas góticas de los años 30’s. Nótese que digo “góticas” en vez de terror, porque esas películas, cierto tienen seres horrendos , oscuros, tenebrosos, pero cuyas distorsiones se centran en sus almas y en más de una ocasión es el hombre común el que termina por ser el villano.

Vamos, la vieja historia: el hombre ataca lo que no entiende.

Esta serie de películas de horror empezó en 1925, en la belle epoque que hubo entre las dos Guerras, donde el charleston era la moda, y la gente era cínica y confiada en su prosperidad.

Los personajes que de aquí salieron son íconos pop y referencia para todo buen cinéfilo. Son personajes entrañables llenos de contrastes (yo me identifico con dos o tres de ellos). Son seres solitarios e incomprendidos por la sociedad, con una malignidad deliciosa, pues son “malos” , pero nunca han robado dinero del erario público , nunca han comprado toalla de $4000, no han desatado guerras ni limpiezas raciales… son malos, pero más buenos que muchos hombres que han existido.

Todos los monstruos de los que nos disfrazamos en Halloween tienen su origen en ellos, siempre hay una Momia, un Frankenstein, un Drácula…

En gran medida porque representan lo que nos gustaría ser, lo más oscuro de nosotros.

Aquí una lista de los monstruos:

1.- El Conde Drácula (Drácula de 1931): Bela Lugosi es el vampírico conde por antonomasia, la muestra de cómo occidente reciente los modos de Oriente, de cómo la sexualidad femenina era vista como virus en la época vitoriana. Es el que desciende por la escalera evolutiva, el amante eterno e inmoral al que nos gusta rendirnos. Mejor Momento: “I`m Drácula, I bid you welcome” o “Oh children of the night, what music they make!”

2.- La Criatura de Frankenstein de 1931: Boris Karloff es el más maravilloso actor, el uncanny, el único que pudo darle al Prometeo moderno toda su tristeza y su rabia, la incomprensión de un ser que lo único que anhela es compartir su existencia con otro ser. Es una metáfora desgarradora de lo que pasa cuando el hombre juega a ser Dios. Mejor Momento: El momento en que el Dr. Frankenstein grita “It’s alive, alive!!!!!!”

3.- Imhotep de The Mummy (1932): De nuevo Karloff nos da muestras de su talento y nos regala el amante atrapado en el tiempo desesperado por encontrar a la mujer por la cual se condenó: la princesa Ankesenamun que reencarnada. Al final de cuentas, su amor imposible lo vuelve de nuevo polvo y lo regresa al reino de Anubis. Mejor momento: Cuando el asistente ve cuando Imhotep despierta y no deja de reír hasta enloquecer.

4.-El fantasma Eric de The phantom of the opera (1925): El increíble e inigualable Lon Chaney nos da uno de los más melancólicos seres en el hombre desfigurado del alma y del rostro, al genio que se enamora de la debutante. Es el personaje que consagró al actor como Maquillista. Tan unido estaba a él que se dice que el fantasma de Chaney sigue paseándose por el set de la casa de opera que en 80 años no ha podido ser destruido por las intervenciones de Chaney. Mejor momento: La escena del desenmascaramiento, que causo desmayos en 1925.

5.- Gill Man de Creature from the black lagoon (1954): un eslabón perdido entre los peces y los primero vertebrados que caminaron en la tierra es descubierto por unos científicos en una laguna perdida en el amazonas. Me gusta esta criatura porque al final de cuentas como macho que es, se enamora de la cintífo mujer de la expedición y se la roba, pero a pesar de esto, no es el villano de la película, si no los hombres codiciosos que tratarán de capturarlo para explotarlo. Mejor Momento: La danza – cortejo- nado sincronizado entre el monstruo y la protagonista.

6.- El hombre lobo de The Wolfman (1941): una generación nueva retoma la tradición familiar. Lon Chaney Jr., rememora las glorias de su padre al ser uno de los monstruos más atormentados. Hombre de día, lobo de noche, esta condenado a atacar a los seres que ama sin poder hacer nada por evitarlo. Una alegoría hermosa de la dualidad del ser humano, la civilidad y la animiladad en uno mismo.


Hay muchos otros monstruos que son también fascinantes como Dr. Jekyll, El hombre invisible, la Novia de Frankenstein, etc., pero me parece que los listados arriba son los emblemáticos y porque no decirlo, mis favoritos.

¡Ah los monstruos de la Universal, que bellas películas hacen!

lunes, 5 de febrero de 2007

Las guaridas








Había prometido hablar de los Monstruos de la Universal, pero por cuestiones personales he decido hablar de las guaridas del celuloide, ya que para mi, el mismo cine representa una forma de escape de la realidad (aquellos que como yo estudian Comunicación, olvidemos por un momento las teorías).

Mis amigos y yo tenemos un lugar al que siempre vamos. No es ni místico, ni mágico, vamos, ni siquiera es original. Es un VIPS cualquiera, al que cariñosamente llamamos el “De las fuentes” porque enfrente hay algunas. Ahí, cuando alguien tiene un problema lo resuelve con un café. Que si tenemos una junta de trabajo, unas papas, que si es domingo por la noche, unos bisquetes. En fin es nuestro refugio, donde salimos de las broncas de casa y creamos una comunidad perfecta donde el mejor acompañamiento para la amistad es un café tipo americano y unos cigarrillos.

Todo esto me hizo pensar en los antros del celuloide, donde los protagonistas encuentran un oasis en medio de la locura. Para mi los mejores son:

A) El Bar de Rick de Casablanca (1942). En Marruecos hay un oasis de paz para los exiliados en medio de un mundo consumido por la 2ª. Guerra Mundial, donde Rick se reencuentra con Ilsa, un viejo amor.

B) Korova Milk bar de Naranja Mecánica (A clockwork orange, 1970): En este lugar en algún punto de Inglaterra los drogos pueden beber leche especial para escaparse de una sociedad injusta y paradójica con una terapia de ultra violencia.


C) Kit kat club de Adiós Berlín (Cabaret, 1972): De Nuevo, un lugar donde el desfreno y la libertad se celebran antes de perderse en la Alemania Nazi. Un refugio donde antes del terror, hubo diversión.

D) El Estudio 54 de Studio 54 (1998): Ningún antro define mejor la frase “Sexo, drogas y Rock n’ Roll” como este lugar, lo único prohibido era el aburrimiento. Lugar donde lo mejor de lo mejor de Hollywood, la mafia y demás submundos encontraban un refugio a la rutina.

E) El Mulin Rouge de Amor en Rojo (Mulin Rouge, 2001): cortesanas, poetas, pintores, etc. En fin bohemios todos llamaron hogar a este cabaret / burdel donde el amor era para todos quienes podían pagarlo. Los ideales innegables del hombre, la belleza, la verdad, la libertad pero sobre todo el amor, nunca encontraron mejores soldados que los hijos de la revolución bohemia y jamás hubo mejor cuartel para ellos que el Molino Rojo.

F) El bar Saint Elmo’s Fire de El primer año del resto de nuestras vidas (St. Elmo’s
FIRE, 1985): este lugar es con el que más me identifico, pues es donde jóvenes de mi edad, se refugian después de la universidad y cuando empiezan a trabajar. Es el lugar que guarda sus anhelos y sus miedos, donde esperan a que sus vidas den comienzo. El brat pack soy yo, el brat pack son mis amigos, el brat pack son todos los que sean jóvenes de corazón.

Gracias a las guaridas celuloidales y a las de carne y hueso. Que sigan recibiendo a más prófugos del dolor.

jueves, 1 de febrero de 2007

La cientificcion


Este es el término que la ciencia ficción recibió cuando aún estaba en etapa larvaria.

Conocemos al padre del Sci Fi, el maravilloso Julio Verne y sabemos que su exponentes más famosos son HG Wells, Sir Arthur Connan Doyle, Mary Shelly y tantos otros, pero lo que trataremos en este tema es sobre la cientificción cinematográfica.

Podemos ver las clásicas características de éste género como exploración del espacio, robots, viajes en el tiempo, manipulación genética, un futuro destruido, etc., en muchas películas. De hecho, la primer película que se hizo, “El viaje a la Luna” (1902) de George Meliés es una adaptación de un obra de Wells.

Después tenemos vía expresionismo alemán la opera máxima de Fritz Lang y la primera súper producción (¡cientos de personas rapadas caminando atadas de manos!) a través de “Metrópolis” (1926), que nos regalo uno de los básicos del género: el científico loco.

En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, el Sci Fi se vio sustituido por el cine de terror de la Universal y sus Monstruos clásico (tema siguiente),teniendo como representante al Frankenstein (1931) de Boris Karlof, pero el género tuvo en los años 50’s un gran resurgimiento a través de hermosísimos trabajos como “El día que la tierra se detuvo” (1951) y “The invasión of the body snatchers” (1956), ambas una franca alegoría al ambiente de la Guerra Fría y la caza de brujas del periodo contra el comunismo.

Para los años 60`s y su flower power, parecía que la ciencia ficción estaba limitada a los churros serie B como “Plan 9 from outer space” de el infame Ed Wood. Fue en esta época donde el género quedó maldecido con su fama de ridículo. Hasta que aparecieron grandes escritores como Phillip K. Dick (padre de Blade Runner) y Ray Bradbury (Crónicas marcianas), la cientificción fue restaurada.

Fue en esta década que un genio manufacturó la que es considerada la mejor película de Sci – Fi. Kubrick y su 2001: Odisea en el espacio de 1968 (el morphing del hueso a la nave espacial es simplemente icónica).

Hasta los 70’s se logró dar vuelo a la imaginación y en este momento cuando surgieron las mejores muestras de la ciencia ficción como “Logan`s Run” de 1976, “Encuentros cercanos del tercer tipo”(1977), y la ópera espacial por excelencia: Star Wars (1977). Decía Lucila Godoy de Cinemania que era curioso que el Sci Fi del siglo XX hubiera empezado con un George (Meliés) y terminara con otro George (Lucas).Me parece muy adecuada esa aseveración.

Para la siguiente década surge el icono pop de Spilberg, “ET. El extraterrestre” (1982), “Blade Runer” de 1982 (una de las mejores actuaciones de Harrison Ford), “Robocop”(1987), Terminator de 1984 y su “I’ll be back”.

Llegamos a los 90’s , a la década donde yo crecí, la ciencia ficción se diversifica aún más y surgen los subgéneros como el cyberpunk (“Ghost in the shell” de 1995) utopías oscuras (Dark City, 1998), etc. Lo cierto es que las denotaciones de este tipo de films ya no eran ridículas y se vuelven emblemáticas de la generación digital.

Ya en el siglo XXI tenemos la conclusión (o inicio según como se vea) de Star Wars, más y mediocres adaptaciones de obras clásicas como Minority Report (2002), y algunos experimentos medianamente afortunado como “The Matrix” (1999).

En fin, la cientificción nos ha dado muchos cliches clásicos y deliciosos, intentan mostrar el futuro, especulan sobre el, pero casi siempre son reflejo de los temores actuales de las personas.

¡Larga vida a la ciencia ficción y sigan observando el cielo!

La Cinéfila