viernes, 9 de febrero de 2007

The Monster Mash


Ahora si, como lo había prometido, quisiera platicar con ustedes una de mis pasiones: los monstruos de Universal Studios .

Yo tengo todos y cada uno de los modelos armables de los monstruos de la marca Aurora. Desde muy chica disfrute de las películas góticas de los años 30’s. Nótese que digo “góticas” en vez de terror, porque esas películas, cierto tienen seres horrendos , oscuros, tenebrosos, pero cuyas distorsiones se centran en sus almas y en más de una ocasión es el hombre común el que termina por ser el villano.

Vamos, la vieja historia: el hombre ataca lo que no entiende.

Esta serie de películas de horror empezó en 1925, en la belle epoque que hubo entre las dos Guerras, donde el charleston era la moda, y la gente era cínica y confiada en su prosperidad.

Los personajes que de aquí salieron son íconos pop y referencia para todo buen cinéfilo. Son personajes entrañables llenos de contrastes (yo me identifico con dos o tres de ellos). Son seres solitarios e incomprendidos por la sociedad, con una malignidad deliciosa, pues son “malos” , pero nunca han robado dinero del erario público , nunca han comprado toalla de $4000, no han desatado guerras ni limpiezas raciales… son malos, pero más buenos que muchos hombres que han existido.

Todos los monstruos de los que nos disfrazamos en Halloween tienen su origen en ellos, siempre hay una Momia, un Frankenstein, un Drácula…

En gran medida porque representan lo que nos gustaría ser, lo más oscuro de nosotros.

Aquí una lista de los monstruos:

1.- El Conde Drácula (Drácula de 1931): Bela Lugosi es el vampírico conde por antonomasia, la muestra de cómo occidente reciente los modos de Oriente, de cómo la sexualidad femenina era vista como virus en la época vitoriana. Es el que desciende por la escalera evolutiva, el amante eterno e inmoral al que nos gusta rendirnos. Mejor Momento: “I`m Drácula, I bid you welcome” o “Oh children of the night, what music they make!”

2.- La Criatura de Frankenstein de 1931: Boris Karloff es el más maravilloso actor, el uncanny, el único que pudo darle al Prometeo moderno toda su tristeza y su rabia, la incomprensión de un ser que lo único que anhela es compartir su existencia con otro ser. Es una metáfora desgarradora de lo que pasa cuando el hombre juega a ser Dios. Mejor Momento: El momento en que el Dr. Frankenstein grita “It’s alive, alive!!!!!!”

3.- Imhotep de The Mummy (1932): De nuevo Karloff nos da muestras de su talento y nos regala el amante atrapado en el tiempo desesperado por encontrar a la mujer por la cual se condenó: la princesa Ankesenamun que reencarnada. Al final de cuentas, su amor imposible lo vuelve de nuevo polvo y lo regresa al reino de Anubis. Mejor momento: Cuando el asistente ve cuando Imhotep despierta y no deja de reír hasta enloquecer.

4.-El fantasma Eric de The phantom of the opera (1925): El increíble e inigualable Lon Chaney nos da uno de los más melancólicos seres en el hombre desfigurado del alma y del rostro, al genio que se enamora de la debutante. Es el personaje que consagró al actor como Maquillista. Tan unido estaba a él que se dice que el fantasma de Chaney sigue paseándose por el set de la casa de opera que en 80 años no ha podido ser destruido por las intervenciones de Chaney. Mejor momento: La escena del desenmascaramiento, que causo desmayos en 1925.

5.- Gill Man de Creature from the black lagoon (1954): un eslabón perdido entre los peces y los primero vertebrados que caminaron en la tierra es descubierto por unos científicos en una laguna perdida en el amazonas. Me gusta esta criatura porque al final de cuentas como macho que es, se enamora de la cintífo mujer de la expedición y se la roba, pero a pesar de esto, no es el villano de la película, si no los hombres codiciosos que tratarán de capturarlo para explotarlo. Mejor Momento: La danza – cortejo- nado sincronizado entre el monstruo y la protagonista.

6.- El hombre lobo de The Wolfman (1941): una generación nueva retoma la tradición familiar. Lon Chaney Jr., rememora las glorias de su padre al ser uno de los monstruos más atormentados. Hombre de día, lobo de noche, esta condenado a atacar a los seres que ama sin poder hacer nada por evitarlo. Una alegoría hermosa de la dualidad del ser humano, la civilidad y la animiladad en uno mismo.


Hay muchos otros monstruos que son también fascinantes como Dr. Jekyll, El hombre invisible, la Novia de Frankenstein, etc., pero me parece que los listados arriba son los emblemáticos y porque no decirlo, mis favoritos.

¡Ah los monstruos de la Universal, que bellas películas hacen!

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